El punto de vista de Fernando Betanzos sobre el turismo en México.
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DE LOS LLANOS DE BALBUENA A TEXCOCO

septiembre 10th, 2014 | Escrito por Fernando Betanzos y M. en Turismo

8SEP14

 

AEROPUERTO DE BALBUENA 2

Allá en los  principios de los 40´s, íbamos a lo que luego supe eran “Los Llanos de Balbuena”.  Para mí era el aeródromo del que mi papá salía  a Centro América para cumplir con su encargo de “agente viajero” de la Plough, Inc. por aquellos caminos de Dios en cuyos pueblos mucha falta debían de hacer las gotas  Penetro, la pomada y pastillas de la misma marca y más que nada, el Cancionero Picot.  Mi padre documentaba sus maletas, pletóricas todas de etiquetas multicolores de los hoteles que visitaba en su ruta, nos daba un beso, y abordaba el  poderoso DC4 de PANAM con destino a Guatemala, desde donde continuaría, por tierra, a Panamá o, al menos, así lo entendía yo.  Después de pasar migración y aduana (según me decía mi padre en aquellas épocas), caminaba hasta las escalerillas del avión, volteaba para despedirse agitando la mano y se perdía en las fauces del avión.  Yo me quedaba aferrado a la barandilla para ver como el avión despegaba y se desaparecía  en los sempi-presentes  cúmulus limbus  del  Valle de México.

El aeródromo de Los Llanos de Balbuena fue el precursor del hoy Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.   Primero, en 1915, fue un incipiente aeropuerto militar con nada mas, ni nada menos que ¡cinco pistas!  A fines de los 20´s, pasó a ser un aeropuerto civil y a principios de los 30´s ya contaba con servicio regular.  Eran las épocas del Presidente Pascual Ortiz Rubio.   En el 1943, Balbuena se convirtió en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México por decreto oficial y porque en la misma fecha Mexicana de Aviación inauguraba su primera ruta internacional MEX-LAX-MEX.

La primera modernización que requirió el AICM fue en 1949.  se inició la construcción de una nueva pista (05D-23I) (las originales ya había sido sobrepasadas por los requerimientos de los nuevos aparatos,  así como una nueva plataforma, un edificio terminal, una torre de control y oficinas para las autoridades aeroportuarias.  La pista quedó lista en 1951 y a fines del 1952, el Presidente Miguel Alemán inauguró el nuevo edificio terminal.

Aunque no lo crean, en 1956, el aeropuerto tenía 4 pistas en servicio, una de ellas con iluminación para atender servicios nocturnos – y otra prácticamente ya inutilizable por las casas habitación que desde entonces oprimían al aeropuerto.

Si tuvimos cuatro pistas, ¿cómo es posible que hoy sólo  tengamos dos?  Pues resulta que en 1970 vino la época del “arriba y adelante”, lema presidencial  que, lamentable no se aplicó a la aviación comercial.  Gracias al Presidente Luis Echeverría Alvarez,  el AICM opera desde entonces con dos pistas, pues don Luis cerró las pistas 13/31 y 5 Auxiliar, para construir un  bello multifamiliar:  Unidad Fiviport – cuya expansión fue inmediata, pues sus alrededores han servido para que las casas habitación proliferen sin límite.

Las renovaciones del aeropuerto fueron constantes.  Para el 1994 se contó con un nuevo edifico terminal.  En 2001 se inició la obra del Módulo XI que, al terminarse, permitió 8 posiciones nuevas de contacto, entre ellas 2 con instalaciones que permitieron recibir  aviones de los llamados “wide body”, o fuselaje ancho.

El aeropuerto de la Ciudad de México se saturaba.  Consciente de esta situación, el Presidente Fox declaró un buen día que ya era necesario un nuevo aeropuerto.  No dijo donde, por lo que las especulaciones abundaron para decir que el nuevo aeropuerto debería de hacerse en diversos sitios, siendo los más renombrados Texcoco y Tizayuca.  (Tizayuca fue y sigue siendo para mí, la ubicación ideal del nuevo aeropuerto).  Don Vicente Fox dejó crecer el rumor de Tizayuca para luego él decidir por Texcoco.  Lamentablemente se equivocó de sitio y cuando se presentó un equipo de topógrafos en el pueblo de Atenco para iniciar los trabajos de levantamiento, sus pobladores los sacaron a machete blandiente.  Nadie pudo convencer a los atencenses de que el nuevo aeropuerto los beneficiaría grandemente y el proyecto tuvo que ser abandonado, substituyéndose por otra ampliación  del Edificio Terminal original, el destierro de la Aviación General al  Aeropuerto de Toluca y eventualmente  la costosa construcción de la  Terminal 2, remedo de instalaciones de aeropuertos funcionales en países desarrollados, inaugurada en el 2007 y a la que yo le auguré una corta vida.

Pero no debemos quejarnos de la decisión que tomó el Presidente Echeverría allá en los 70´s, pues de no haber convertido el Presidente Echeverría Pistas en multifamiliares, tal  vez hoy no estaríamos ante el proyecto del Presidente EPN para construir el nuevo AICM – que parece que se llamará igual que el actual –, sobre el Lago de Texcoco – ahora sí, según oímos,  sobre terrenos de propiedad federal por lo que Atenco no tendrá nada que objetar, aunque ya hubo la primera manifestación en contra del aeropuerto por la gente de Atenco y de seguro habrán más.   (Son los líderes corruptos, ¡idiota!)

El nuevo proyecto ha sido objeto de múltiples explicaciones por diversos funcionarios de gobierno.

Que se construirá sobre terrenos de propiedad federal, que tendrá 6 pistas – dos de 4.5 kilómetros y 4 de 4 kilómetros — aunque en su “etapa inicial”, para el 2018, solo tendrá tres:  dos pistas de aterrizaje y despegue utilizables al unísono y una de carreteo –.  Que “eventualmente” llegará a manejar 120 millones de pasajeros anuales…  Que será auto sustentable en cuanto a energía y agua y que traerá beneficios ecológicos e hidrológicos.   Que será simbólico pues su diseño incorpora elementos del México autóctono.  Que no tendrá columnas en su área terminal, cuya superficie será de  56 hectáreas  que su construcción tardará 8 años con un costo de “entre 9 y 13 mil millones de dólares” ,  y que muchas, muchas  cosas más, siendo una de las más importantes que el proyecto que ganó la licitación fue resultado de una “aventura conjunta” del arquitecto Norman Foster, creador del nuevo aeropuerto de Hong Kong y de la Terminal 3 del Aeropuerto de Beijing entre muchas otras obras de igual importancia, con el arquitecto mexicano Fernando Romero, creador del Museo Sumaya que guarda la colección de obras de su suegro, el  billonario Carlos Slim propietario entre otras cosas, casualmente, de la constructora IDEAL.

Lo que no nos han dicho, o no me he enterado, es si habrá terminal de carga y zona franca,  terminal de productos perecederos, centro de exposiciones, hoteles, terminal subterránea (o elevada) del metro y en todo caso cuando se iniciará la construcción de la nueva línea o extensión ce alguna existente.  Tampoco sabemos con cuantos cajones de estacionamiento se contará  y si serán subterráneos, pues en los dibujos publicados del proyecto no vemos sitio para ninguno de estos elementos.  Sería igualmente interesante que publicaran el plano del corte central del aeropuerto para conocer el corazón de la terminal.

Tampoco se ha mencionado que al construir el nuevo aeropuerto en Texcoco, el aeropuerto actual quedará obsoleto pues el espacio de uno es el mismo del otro.  Ya dijo el Dr. Miguel Angel Mancera que o convertirá en una “mini-ciudad”. ¿Qué les parece?

En los días que siguen me avocaré a estudiar los aeropuertos más importantes del mundo:  Beijing, Dubai Central, Atlanta y otros, para compararlos con lo que nos dicen que será el nuevo AICM.  La comparación será interesante, sin duda.

 

ZAPA.-  Rateros colombianos fueron capturados mientras saqueaban una casa en Lomas de Chapultepec.  Uno de ellos dijo que entró a México como turista.  Recordemos que no hace mucho, nuestro gobierno eximió de visa a los colombianos para internarse en México como turistas, lo que ha multiplicado considerablemente las llegadas de colombianos a nuestro país.  Pero no debemos olvidar, en especial los oficiales de migración, que la visa, o ausencia de ella en el caso de los colombianos y otras nacionalidades en las mismas condiciones, no es autorización para entrar a México.  Es una autorización para presentarse ante el oficial de migración en el punto de entrada, quien autorizará o negará el acceso.  La entrada de rateros al país en calidad de turistas, con visa o sin visa,  es una falta de las autoridades migratorias que deberían de estar mejor preparados.

 

fbetanzosym@mexico-magic.com

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